Lección paralímpica en el Valdeluz
Los campeonísimos Carla Casals (nadadora), Álvaro Galán (jugador de boccia) y Javier Soto (atleta) protagonizaron la mesa redonda «Deporte Olímpico y Valores» organizada por el colegio Valdeluz que pretende destacar el espíritu de superación.
Carla Casals, convertida en showman (o en showwoman para ser más exactos) nos mostró que la mayor recompensa no es una medalla, sino una «cara sonriente» por haberte esforzado al máximo. Todo un ejemplo de superación y mirar adelante. Pese a su limitación visual, Carla ha participado en los Juegos Paralímpicos de Atenas, Pekín y Londres, ha batido el record del mundo y ha sido campeona mundial.
Álvaro Galán nos conquistó por su simpatía y por su «corazón de manzana», que es dónde todos tenemos nuestras fuerzas escondidas. Porque la piel, eso que se ve, solo es apariencia. A pesar de tener parálisis cerebral, ha sido subcampeón olímpico de boccia (deporte similar a la petanca) en Sydney 2000 y seleccionador nacional en Pekín 2008, y es licenciado en psicología.
Javier Soto nos demostró cómo de algo que aparentemente puede ser negativo se puede y se debe sacar algo positivo. Este pluriatleta ha sido campeón de España y/o Europa en disciplinas que van desde los 400 metros lisos, hasta los 10 km. en ruta y salto de altura. Javier ha publicado, además, el libro «Sordo ¡y qué!».
En lo que todos los invitados coincidieron fue en recordar el momento del desfile olímpico como un momento mágico. Un momento en el que flotas y te sientes como en una nebulosa.
También participaron en la mesa redonda, Inmaculada Palencia de la Fundación Once, Santiago Torres, profesor de Educación Física del colegio Valdeluz, el padre Leandro Soto, representante de la comunidad religiosa, Zuriñe Ibarra, representante del Comité Olímpico Español, Chema Criado, intérprete del lenguaje de signos, Óscar Motrego, periodista y asesor de Trainers Paralímpicos, Ester Gómez Ceballos, presidenta del APA y José Carlos Ruiz, Director General del centro.
Un mensaje
Si los productos y servicios se diseñaran bajo los principios de accesibilidad universal, ninguna persona con movilidad reducida tendría más mérito en circular por la calle que cualquier otra persona.