Lissavetzky denuncia 25 años de abandono del Barrio de Begoña
Jaime Lissavetzky, en compañía de los miembros del Partido Socialista de Fuencarral-El Pardo, ha visitado hoy miércoles el Barrio de Begoña, donde ha denunciado el abandono de las infraestructuras de esta zona durante los 25 años de gobierno municipal del Partido Popular.
El portavoz del Partido Socialista en el Ayuntamiento de Madrid hizo especial hincapié en los obstáculos y errores urbanísticos que han convertido al Barrio de Begoña en un territorio prácticamente intransitable, donde además de sortear innumerables escaleras, postes y otras barreras, la zona se ha convertido en lugar de aparcamiento disuasorio para quienes acuden a los hospitales La Paz y Ramón y Cajal.
Destacó además, que la situación es especialmente dolorosa si se compara con el gasto de 120 millones de euros empleados en remover las tierras del que iba a ser un Centro internacional de convenciones, proyecto ahora paralizado.
Lissavetzky, junto con el concejal socialista Pedro Zerolo, encargado del distrito, se ha reunido con la asociación de vecinos del barrio para sumarse a sus reivindicaciones, entre las que destaca la supresión de las escaleras y otras barreras arquitectónicas para facilitar la movilidad a la mayoritaria población de edad avanzada que reside en la zona. El portavoz también se ha referido a los problemas de ruido del barrio, próximo a la M-30, y a la falta de aparcamientos, así como a la necesidad de que se habilite un espacio para desarrollar actividades socio-culturales. Todas ellas, ha señalado Lissavetzky, cuestiones fácilmente abordables por el equipo municipal si éste fija su prioridad en los barrios y sus vecinos.
Lissavetzky ha recordado que Begoña no escapa de los problemas que vive el conjunto del distrito Fuencarral-El Pardo, como el cierre del centro de especialidades médicas que hasta hace unos meses ofrecía un servicio vital para los vecinos.
Apoyo a los planes de barrio
Jaime Lissavetzky mostró su apoyo a los planes de barrio consensuados con las asociaciones de vecinos, que «ha permitido una mejora en los temas socioculturales». El portavoz socialista se refirió también a la necesidad de que se habilite un espacio para desarrollar actividades socio-culturales.
La comitiva socialista se ha detenido a las puertas del colegio Enrique Granados, un colegio público cerrado por la Comunidad de Madrid y que solo abre sus puertas en determinadas ocasiones gracias a la presión ciudadana a través del Plan de Barrio. “De vez en cuando se hacen actividades culturales, pero supone un desperdicio mantener cerrado este local”, ha señalado.